Por una inteligencia no pesimistaPara encontrar soluciones, tenemos que imaginarlas y creer que vale la pena trabajar por ellas. El optimismo, la esperanza y la fe en nuestras propias potencias nos serán de enorme ayuda para mantener nuestro esfuerzo. Sé que corro el riesgo de decir perogrulladas, pero no veo cómo el pesimismo, el fatalismo y la melancolía puedan considerarse como virtudes intelectuales o, peor todavía, morales.
Pulse aquí para bajar el texto completo y corregido, tal como apareció en la Revista Este País. "La gran literatura es generosa, cicatriza todas las heridas, cura todas las llagas, y aun en los momentos de humor más negro dice sí a la vida."
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"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente.”
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