Historias en la educaciónEs muy rara la persona que no se haya conmovido hasta las lágrimas al oír una historia. Casi tan rara como la que no se haya aburrido hasta la desesperación en un salón de clases. El instinto nos dice que las historias podrían ayudar mucho a que las clases fueran más emocionantes.
Las historias, desde las más fugaces ensoñaciones hasta las más voluminosas novelas, nos permiten sopesar todo tipo de situaciones, entrenándonos para la vida y sin que corramos casi ningún peligro.
Los mejores novelistas son investigadores del alma humana, a la que someten a todo tipo de situaciones hipotéticas. Trabajan en el privilegiado, aunque humilde, laboratorio de la ficción.
Los libros y las historias, a un costo bajísimo, casi sin riesgos y en muy corto tiempo, hacen más amplia y más profunda nuestra experiencia y nos permiten valorar mejor nuestra vida y nuestras posibilidades.
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"La imaginación de los niños es la más poderosa y energética herramienta para el aprendizaje".
Sin importar qué tan fuertes seamos, las historias nos afectan.
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