Responsabilidad familiarNinguna otra experiencia nos hace más capaces, más plenos, más dignos, que la experiencia del amor.
El amor es una actividad responsable. Uno de los mayores retos que tenemos los mexicanos es el de no repetir la historia de abandono que muchos de nosotros hemos padecido en nuestra infancia. –Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
–Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el Principito, a fin de acordarse. –El tiempo que perdiste con tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. –El tiempo que perdí por mi rosa... –dijo el Principito, a fin de acordarse. –Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro–. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa. –Soy responsable de mi rosa... –repitió el Principito, a fin de acordarse. Antoine de Saint-Exupéry, El Principito. |
"El amor
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